Anatomía del Flamenco

Características anatómicas de los flamencos

No son más grandes que un avestruz ni más robustos que un pingüino emperador, pero los flamencos tienen lo suyo. Su aspecto es uno de los más distintivos entre las aves acuáticas. Se les describe como especies de largo cuello y extremidades inferiores, con dedos palmeados y pico curvado hacia abajo.

Al nacer, no se diferencian mucho de los polluelos de otras especies de aves, pero los adultos sí, que crecen hasta alcanzar un tamaño considerablemente grande. La mayor especie es el flamenco común (Phoenicopterus roseus), cuyo nombre en inglés es greater flamingo, que se traduce como flamenco mayor.

De pie, registra una altura de hasta 1.5 metros, mientras que la especie más pequeña de todas es el flamenco enano (Phoenicopterus minor) cuya altura máxima no suele superar los 90 centímetros. El peso de los adultos oscila entre los 1.2-4 kilogramos y los más grandes han registrado 4.5 kilos.

La especie más pequeña es el flamenco enano, cuya altura no suele superar los 90 centímetros.

Por lo regular, los machos son más grandes que las hembras, aunque no es una diferencia demasiado evidente. La medida entre la punta de un ala y la otra recibe el nombre de envergadura y a menudo supera los 100 centímetros; en el flamenco común se ha encontrado que puede registrar 1.5-1.6 metros.

Las extremidades inferiores son más largas que la parte superior del cuerpo y miden hasta 1.25 metros de longitud. Tienen rodillas en cada una, pero solo son visibles si se les observa desde muy cerca, porque en realidad están semiescondidas por debajo de algunas plumas; las articulaciones vistas a la mitad de las piernas son en realidad tobillo y talón. Todos tienen 3 dedos que están dirigidos hacia adelante y unidos por una membrana que les ayuda a nadar. El cuello, que suele mostrarse curvado, posee 19 vértebras cervicales.

Anatomía de los flamencos.
Hermoso plumaje rosa característico de los flamencos.

El pico es fuerte y cada mandíbula cuenta con dos filas de laminillas que ayudan a filtrar los alimentos, pues la comida no se mastica. La mandíbula inferior es más gruesa que la superior pero en conjunto, el pico está curvado hacia abajo. La disposición de las laminillas es diferente entre las especies, pues algunas tienen mayor cantidad o están más juntas. Por ejemplo, el flamenco de James tiene 21 laminillas por centímetro y el flamenco chileno tiene 5 o 6 por centímetro, así que el primero no puede ingerir los organismos ligeramente más grandes como los que sí es capaz de consumir la especie chilena.

Poseen unas glándulas en las fosas nasales que se encargan de excretar el exceso de sal del cuerpo.

Su estilo al buscar comida es curioso, ya que el pico se coloca boca abajo en el agua y la cabeza permanece al revés. Unas glándulas en las fosas nasales se encargan de excretar el exceso de sal del cuerpo, ya que aunque su hábitat es salado ellos beben agua dulce. Por otra parte, una de las preguntas más comunes acerca de ellos es ¿por qué se paran sobre una sola pierna mientras descansan?

Los científicos tienen algunas hipótesis: para reducir la pérdida de calor (a esto se le llama termorregulación), para evitar que ambas queden rígidas y les impidan emprender la huida ante un depredador, y para minimizar el contacto con parásitos. Algunos se aventuran a pensar que simplemente les parece una cómoda posición. Es más probable que funcione como un mecanismo de termorregulación, pero también es un comportamiento útil para reducir la rigidez y el contacto con microorganismos que resultarían nocivos.

Hasta hace unos años, los flamencos eran catalogados como miembros del orden Ciconiiformes, pero aunque tienen muchos rasgos comunes con las cigüeñas y otras aves zancudas, también poseen características muy particulares (el pico, por ejemplo) no vistas en otras aves acuáticas. Ahora, los fenicoptéridos cuentan con su propio orden taxonómico: Phoenicopteriformes.

Características físicas de los flamencos.
Anatomía externa de un flamenco americano.

Flamencos rosas

El cuerpo de estos animales está cubierto de plumas excepto en el pico y la mayor parte de sus piernas y patas. El conjunto de plumas conforma el plumaje, el cual protege la piel de las aves, las aísla del frío y el calor y les confiere una característica visual: el colorido. El principal componente de las plumas es la queratina, una proteína que también está presente en cabello y uñas humanos.

El color rosado no es innato en los flamencos, sino que lo deben a su alimentación.

El del plumaje varía de rosado pálido a rojo carmesí o bermellón. Las piernas suelen exhibir un tono rosado o rojo, pero el flamenco andino es el único que las tiene amarillas. Las alas cuentan con 12 plumas de vuelo de color negro más evidentes cuando el ave está en el aire.

El color rosado no es innato en los flamencos, es decir, no nacen así ni lo adquieren al crecer por herencia genética, sino que lo deben a su alimentación. Su dieta está basada en organismos que contienen alto nivel de unos pigmentos naturales llamados carotenoides. En contraste, los polluelos poseen un suave plumón gris blancuzco y un pico ligeramente recto; el rosado comienza a aparecer cuando son subadultos, más o menos en el primer o segundo año de vida.

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