Depredadores de Flamencos

Los flamencos en estado salvaje disfrutan de una vida carente de gran cantidad de depredadores naturales. Esto se debe a que sus hábitats son lugares en donde la vegetación es escasa, la fauna acuática no es muy variada ni apta para el consumo de otros animales y la alta alcalinidad y presencia de sal en las aguas las hace poco viables para ser bebidas. En consecuencia, los carnívoros no suelen visitar los hábitats de los flamencos y estos pueden vivir en relativa tranquilidad.

Los adultos son menos vulnerables al ataque de depredadores, pero los polluelos e incluso los huevos tienen mayor probabilidad de convertirse en presas, sobre todo cuando el nivel del agua de los hábitats baja y los animales pueden acceder por tierra a ellos. Como cada especie tiene un rango de distribución específico, también tiene posibles depredadores concretos.

Los depredadores más comunes de los flamencos son otras aves como los buitres, las águilas y los marabúes. El alimoche común, el marabú y el águila rapaz parecen preferir robar los huevos y los polluelos para alimentarse; el primero tiende a enfocarse solamente en los huevos.

Los depredadores más comunes de los flamencos son otras aves como los buitres, águilas, entre otras.

El flamenco enano (Phoeniconaias minor) adulto puede ser víctima de leopardos, leones, guepardos, chacales y aves de rapiña como el buitre orejudo, el buitre cabeciblanco y los mencionados marabú y alimoche. Se sabe que las pitones también han atacado flamencos, pero no parece ser un evento regular. Los flamencos andinos tienen menor cantidad de enemigos: zorros culpeos que se aprovechan de los huevos o los polluelos recién salidos del cascarón, gatos de Geoffroy y algunas aves de rapiña.

El aura gallipavo, el margay, el jaguar, zorros, mapaches, cocodrilos y tejones son algunos depredadores del flamenco del Caribe, y en las Bahamas algunos jabalíes en estado salvaje se atreven a atacarlos. Si el nivel de las aguas disminuye, algunas hienas aprovechan la ocasión y van en busca de flamencos de África, si bien las muertes por uno de estos cánidos son poco comunes. Más raro aún: en el lago Bogoria, Kenia, se ha visto babuinos capturando y alimentándose de flamencos.

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Para el flamenco chileno y el flamenco de James, el hombre es un importante depredador y quizá el único que afecta su supervivencia. Todas las especies han sido víctimas de los seres humanos en algún grado. Estos los han cazado para alimentarse con su carne y han recolectado los huevos para comerlos o venderlos como alimento. Los antiguos romanos preparaban la lengua en escabeche, y los mineros obtenían la grasa del flamenco andino porque creían que era una eficaz cura de la tuberculosis. En algunas partes del mundo los huevos todavía se comen.

Por otra parte, estas aves son afectadas de modo indirecto por actividades humanas que degradan su hábitat, por ejemplo, la construcción de obras civiles y la contaminación.

Estrategias de defensa

Además de habitar zonas poco accesibles, el estilo de vida de los fenicoptéridos también es de gran ayuda para sobrevivir, pues los depredadores evitan acercarse a las grandes concentraciones de aves. Todos los miembros de una colonia trabajan para protegerse y cuidar los nidos aunque los polluelos no hayan salido de los huevos. Vivir en grandes grupos funciona como un mecanismo antidepredadores, tanto animales salvajes como seres humanos.

La extraña postura que adoptan al descansar sobre una sola pierna era explicada como una forma de evitar que ambas piernas quedaran rígidas y fuera difícil moverlas si tenían que escapar de un depredador en un momento poco oportuno. Sin embargo, hoy se sabe que lo más probable es que la pata flexionada cerca del cuerpo evita que gran parte del calor del cuerpo escape.

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